Virgo; El arquetipo del Huérfano II

¿Qué procesos son dignos de nuestros esfuerzos y servicios?
” Nuestros antepasados tuvieron que aprender a cazar animales para obtener alimento y ropa, a hilar y a tejer para hacer tela. …Es el origen de tal inventiva; la compulsión que nos obliga a esforzar mentes y cuerpos para sobrevivir y evolucionar. Así dicha necesidad tanto en su sentido de carencia como en el de obligación, es un componente vital en nuestro destino, como individuos y como raza”
“Para convertirnos en espíritus libres, sin embargo, tenemos que decidir QUE COSA ES DIGNA DE NUESTROS ESFUERZOS”
Guy Ogilvy
Hefestos descansa en lo más profundo de la psique colectiva. Está herido en cuerpo y alma. Fue rechazado por madre y padre por su deformidad y fealdad. Está sofocado de tanto desamor. Sabe como crear y sus rituales de purificación interior están vinculados con sus más preciosas artesanías, sólo que él desconoce su potencia y su belleza. Se esfuerza por servir y por ser funcional al panteón de los Dioses Griegos. Conoce su lugar en el engranaje de la vida pero desconoce el valor intrínseco que hay en dicho lugar. Su SERVICIO se convierte entonces en SERVILISMO. Hefestos está casado con Afrodita, la Diosa más bella y más vanidosa. Sin embargo proyecta toda su belleza en su mujer, desconociéndose completamente.
Al igual que La Cenicienta en su viaje hacia el reconocimiento de su propia grandeza y sabiduría, Hefestos representa otro arquetipo Virginiano. Emana de las formas más arcaicas de la psique colectiva y nos acerca a un conflicto interno en donde el reajuste de nuestros recursos se vuelve también, muy promisorio. Hefestos es un gran artesano y es muy puntilloso y definido. Su potencial contiene una capacidad de profundidad muy fuerte y de una extremada precisión, sin embargo se vuelve rumeante y laberíntico guardando rencor y resentimiento.
El mito relata que durante mucho tiempo, sirvió a su esposa Afrodita mientras ella le era infiel con Ares, el Dios de la guerra y su pareja arquetipica por definición. En el mandala zodiacal el mitologema de Ares y Afrodita está expresado en el eje Aries-Libra, relatando la historia del eje vincular del zodiaco. Sirviendo a Afrodita y viéndose a sí mismo como el desdichado merecedor de las infidelidades de su esposa, Hefestos fue acumulando resentimiento y finalmente, ejecuta una venganza. Teje una red invisible y la esparce por la cama en donde los amantes irían a depositar sus cuerpos. Esperando ansioso el momento,
se retuerce mentalmente de una manera obsesiva. Finalmente los amantes llegan a los aposentos y al caer en el lecho, son atrapados por Hefestos y colgados, desnudos, en el techo. Completamente expuestos y avergonzados, Ares y Afrodita cuelgan en el inmenso salón y en la infinitud del abismo. Todos los Dioses pasan a observarlos y a reirse de su impotencia. Y Hefestos festeja el sabor de su venganza.
Este pasaje arquetipico relata el desarrollo de muchas temáticas vinculadas con el pasaje de Virgo a Escorpio, pasando por Libra como momento de vincularidad con un otro. Y Hefestos es un representante de una posible expresión de Virgo, ejecutando la venganza Escorpiana. Recordemos que Virgo está representado en el cuerpo humano por los intestinos y Escorpio representa los órgano
s genitales encargados de expulsar lo que ya no sirve para nuestro organismo. Este proceso de depuración se ve claramente en este mito. Hefestos expulsa a Afrodita y a Ares exponiendolos y humillándolos. Mostrando de una manera descarada su desnudez y su más profunda herida e imperfección. La imperfección de Afrdoita y de Ares es una imperfección moral y ética y ambos son condenados por esto. Pero Hefestos desconoce que esta exposición lo arrastra a él también. El también se expone y se condena al exilio del desamor ya que la pareja arquetipica de Afrodita y Ares habla también de un Hefestos en sombra, con todo lo que la sombra nos trae: la oscuridad del alma humana y también su más precioso diamante.
¿Existe acaso otra vía regia de llegada a la resolución de este conflicto?
Claro que si. Esta vía regia de resolución nos pide que introyectemos le belleza proyectada en otros; nos pide que reajustemos la mirada que tenemos sobre nosotros mismos y recuperemos dignidad, función y servicio, dejando afuera al servilismo vano. Nos solicita pronta revisión de nuestros recursos y discernimiento sobre nuestra tendencia a rumear y obsesionarnos con ideas fijas que sólo conducen a un marchitamiento de nuestra autoestima.
La historia de Hefestos y su triangulo amoroso es una historia Virginal, ya que Hefestos tiene la posibilidad de reconducir su resentimiento y transmutarlo, en vez de ejecutar venganza. La Virgen aparece entonces como un arquetipo Virginiano que nos conduce al encuentro con el valorincorruptible que hay en nosotros. Lo que no se vende por nada ni por nadie. Lo inmutable que nos habita de manera sacra. El orden de Virgo y la inmanencia de su imperecimiento no pueden ser trabajados si nos quedamos victimizados y rígidos frente al acontecer de la vida.
Tomar lo que es nuestro en este sistema humano; depurarlo y desarrollar una visión de valor inmutable e incorruptible. Avanzar sobre la vincularidad para luego, finalmente, encontrarnos con nuestra sombra, habitándola, sin tanto temor, sabiéndonos humanos.
Para convertirnos en espíritus libres, sin embargo, tenemos que decidir QUE COSA ES DIGNA DE NUESTROS ESFUERZOS y para el estadio evolutivo de Virgo, estas son palabras mayores.